Preguntas Frecuentes

 

¿Qué son mejores los brackets o el sistema Invisalign?

Los sistemas de brackets (brackets y arcos de alambre) son, por ahora, la herramienta biomecánica más eficaz para mover los dientes y conseguir los mejores resultados en el menor tiempo posible. Van pegados directamente sobre la superficie exterior del diente, por lo que trasmiten las fuerzas con mayor precisión que otros aparatos y permite al ortodoncista controlar la fuerza y dirección que se necesita para mover los dientes de manera previsible y sin dañarlos. Además, no necesitan de la colaboración del paciente porque van fijos a los dientes y están funcionando 24 horas al día, los 7 días a  semana. En general, van cementados/adheridos en la superficie externa de los dientes. Una vez superadas las pequeñas molestias y rozaduras de los primeros días, no molestan al hablar ni al comer, no hay que ocuparse de ellos más que para cepillarlos bien y son relativamente cómodos e imperceptibles al cabo de unas semanas”.

 

“Es cierto que las rozaduras de los aparatos y los alambres en la cara interna de la mejillas y labios pueden ser molestas los primeros días y, además, dificultan la higiene de dientes y encías, por lo que hay que aplicarse y dedicar algún minuto más al cepillado dental. Además, al ir situados en el exterior son perceptibles al hablar y sonreír”.

 

Ahora, se está trabajando para “conseguir brackets cada vez más pequeños y estéticos, sin perder por ello la eficacia. Un ejemplo son los brackets cerámicos (‘de zafiro’), translúcidos o transparentes (mejor los primeros; blanco mate que los transparentes, porque estos últimos brillan demasiado cuando les da la luz). Se fabrican con nanotecnología para que sean ‘camaleónicos’ y así pasen casi inadvertidos”.

 

Hay arcos (alambres) también con un recubrimiento blanco (Teflon) para favorecer la estética.

 

“Los alambres están confeccionados con aleaciones de metales super-elásticos muy sofisticados (materiales derivados de la tecnología aeroespacial como el Titanio, Molibdeno, etc.) para favorecer el movimiento suave y constante de los dientes”.

 

“En los dientes inferiores, sin embargo, no es conveniente poner brackets de cerámica, ya que ésta es más dura que el esmalte y daña y desgasta los dientes al contactar, así que se utilizan brackets de policarbonato (acrílico duro) pero con la ranura metálica;  son estéticos, funcionan igual de bien que lo brackets metálicos, pero si chocan con los dientes superiores lo que sufre y se desgasta o despega es el aparato y no el diente”.

 

El sistema Invisalign  es ” la mejor opción cuando uno no puede o no quiere llevar aparatos fijos. Se trata de una sucesión de un número de férulas finas o ‘alineadores’ que se van usando consecutivamente de manera programada al inicio. Es necesario utilizarlos 21-22 horas al día hasta que se llega al resultado final deseado”.

 

A favor Los aparatos son finos, transparentes y por tanto muy discretos. Son de quita y pon, y puedes quitártelos para comer y cepillarte los dientes, lo que facilita una mejor higiene oral que los aparatos fijos. Sin embargo, es indispensable colaboración y disciplina por parte del paciente.

 

En contra 

  1. “Los tiempos de tratamiento son similarescuando se trata de alinear dientes apiñados aunque a veces es difícil realizar algunos movimientos y conseguir un acabado óptimo. Para mejorar su eficacia, en la actualidad Invisalign coloca unos ‘ataches’ o topes pegados en la cara exterior de los dientes que permite a los aparatos ‘agarrar’ mejor los dientes y así puede realizar movimientos más complicados con más precisión. Pero a cambio, estos topes están fijos y por tanto, interfieren ligeramente en la comodidad y cosmética de la dentadura”.
  2. No están indicados en los problemas de oclusión(alteraciones de la mordida), en apiñamientos severosni en los tratamientos complejos (extracciones, problemas esqueléticos, tratamientos que requieran cirugía, etc.)”.
  3. “Es más caro porque todo el proceso de planificación y confección de los aparatos es hecho a medida para cada caso con tecnología 3D y fabricado en bioplásticos de última generación”.
  4. “El resultado depende totalmente de la colaboración del paciente. Sin trampas ni excusas. Si no se cumplen las 20-22 h al día (todos los días) es difícil conseguir unos resultados óptimos y previsibles en el tiempo deseado; los tratamientos se alargan y/o no se acaban bien”.

 

“Invisalign requiere al ortodoncista mucho trabajo previo en la planificación y diseño del famoso ‘clin-check’.  Hay que estudiar e ir modificando los pasos del clin-check inicial hasta 6-7 veces; si no se estudian bien y no se dedica tiempo estos tratamientos se alargan y nunca acaban bien del todo”.

 

Opiniones:

“…una compañera me dijo que me ponía brackets porque no estaba soltera. Bueno, lo de estar casada no me exime de querer verme guapa, pero lo cierto es que después de haber probado los dos sistemas, personalmente, me quedo con los brackets. Porque, aunque el día que te “aprietan los hierros” te acuerdas del dentista y de todos sus antepasados, en mi caso, me pareció mucho más cómodo (sólo los llevé en los dientes superiores). Literalmente, te olvidas de que lo llevas puesto (aunque los primeros días te sale alguna que otra heridita). Al final, las férulas del Invisalign, pese a la mucha higiene, terminan cogiendo un poco de olor. Por no hablar de los dramas cuando los aparatos han terminado, accidentalmente, en la papelera o en el lavavajillas. Sí que es cierto que con mi bruxismo el Invisalign me resultaba muy cómodo para no apretar los dientes todo el santo día…, y además me impedía morderme las uñas”.

 

 

¿Cuáles son los brackets más utilizados y qué diferencia hay entre ellos?

La primera clasificación  viene dada por dónde van colocados: en la cara exterior del diente (vestibulares o bucales) o por detrás (linguales).

 

Los bucales o externos De este tipo los hay estéticos (cerámicos o plásticos) o metálicos (en acero  u oro). “Los estéticos son exactamente igual de eficaces que los metálicos. Cada bracket en el mercado tiene un diseño ligeramente diferente en función de la marca o de la técnica utilizada, pero son todos buenos (sobre todo los fabricados en Estados Unidos y algunos de Alemania). Cada ortodoncista elige un tipo de bracket y una técnica en función del caso y de su conocimiento y habilidades”.

 

Los brackets ‘Autoligables’ (Sistema Damon, Smartclip, etc.), “se diferencian en el modo en que el bracket sujeta el alambre (llevan una tapita y no necesitan gomitas/alambritos). Se anuncian como más rápidas y mejores, pero las publicaciones científicas aún no lo han verificado, con la evidencia de los datos”.

 

Técnicas linguales “Han avanzado muchísimo en estos últimos cinco años gracias, sobre todo, a la colaboración de la mejor tecnología alemana con la mejor compañía norteamericana de productos de ortodoncia (3M y su filial UNITEK)  y han creado un sistema de aparatos y alambres (sistema ‘Incognito’), confeccionados en Alemania, y a la medida de la cara lingual de los dientes de cada paciente. Además, están fabricados en oro para conseguir que sean más finos y resistentes. Los alambres vienen también pre-doblados por manos robóticas para conseguir una mayor precisión”.

 

A favor

Son imperceptibles, casi invisibles, al ir por detrás del diente. Al ser fijos y ajustados con precisión informática, se puede conseguir terminados sobresalientes y realizar tratamientos complejos (extracciones de dientes, etc.).

 

En contra

“Están en permanente contacto con la lengua, un órgano que no para de moverse y que es muy sensible a las rozaduras y pinchazos. Los dientes inferiores pueden contactar con los aparatos superiores al cerrar, lo que interfiere ligeramente en la masticación y, a veces, esto provoca pequeños problemas en los aparatos (se pueden despegar o deformar sobre todo en personas que aprietan o rechinan los dientes por la noche.

 

Retienen mucho la comida y son de más difícil acceso y más difíciles de limpiar. De todos los sistemas, las técnicas linguales son las  más problemáticas  en el mantenimiento de una adecuada higiene  bucal, con las consecuencias que eso trae (inflamación de encías, mal aliento, retraso del tratamiento, etc).

 

El acceso y manipulación de los aparatos es más dificultoso, por lo que las citas son más largas y laboriosas.

Son técnicas complejas que requieren de formación y experiencia, sólo para especialistas con mucha experiencia.

 

Los materiales y la tecnología usada es más cara. A lo que hay que sumar el tiempo y esfuerzo extra que supone para el equipo de trabajo en cada visita. Por eso el sistema lingual es el más costoso y tiene un precio más elevado”.

 

¿En qué  casos es más recomendable el Invisalign?, ¿y los brackets?

“Los brackets en casi todos/todos los casos. Si se puede elegir, siempre brackets externos.

Si la necesidad estética es máxima, no se pueden ver los aparatos pero es ‘demasiado’ para Invisalign, utilizar los brackets linguales. O si el paciente lo demanda.

 

Invisalign se usa cuando se necesita un aparato estético y removible, que permita al paciente retirarlo cuando necesita presentarse sin ningún aparato en los dientes.

 

En general, Invisalign es una herramienta adecuada para corregir apiñamientos y problemas no muy complicados en pacientes que estén dispuestos a colaborar totalmente. Por eso, no es muy recomendable en niños y adolescentes”.

 

¿Tienen estas ortodoncias algún tipo de contraindicación?

“Cuando las realiza un odontólogo especialista en ortodoncia un tratamiento de ortodoncia mejora en general siempre la salud y la longevidad de la dentadura, de las encías y periodonto, por no hablar de la ganancia estética en la belleza de la cara y el atractivo de la persona”.

 

“En general, si tienes dientes, se pueden mover independientemente de la edad (no así los huesos maxilares). Está contraindicado mover los dientes en pacientes con problemas periodontales muy severos y gran movilidad dentaria. Por otro lado, está contraindicado utilizar aparatos en la boca, sobre todo los fijos, en ausencia de higiene o colaboración alguna por parte del paciente o en personas con problemas psicológicos y/o desórdenes alimenticios”.

 

¿El estudio previo que se realiza con cada sistema de ortodoncia es el mismo? ¿Qué incluye?

“En general, siempre necesitamos unas radiografías (Ortopantomografía y Lateral del cráneo), unos moldes de los dientes y unas fotografías de los dientes y de la cara en diferentes posiciones y expresiones (labio cerrado, entreabierto, sonrisa). Con ellas analizamos el problema de cada caso y planificamos individualmente el tratamiento para cada paciente. Cada caso es  diferente y requiere soluciones distintas”.

 

Las pruebas para el diagnóstico del problema son independientes de la técnica utilizada, ”algunas técnicas (Invisalign, Incognito, etc.) requieren además de unos moldes concretos muy precisos para confeccionar sus aparatos a la medida de cada paciente. Hoy en día ya está empezando a aplicarse el escaneado 3D de la dentadura directamente en la boca para así evitar las molestas impresiones con siliconas”.

 

El diagnóstico previo es fundamental. Los ortodoncistas estudiamos la posición y tamaño de los huesos de la cara, de los dientes y de los tejidos blandos que componen el perfil facial (nariz, labios, barbilla). Planificamos previamente los movimientos que vamos a hacer para corregir los problemas dentarios y qué incidencia va a tener la nueva posición de los dientes en los labios y la estética facial”.

 

¿Qué pasa si aún tenemos las muelas del juicio? ¿Y con los implantes?

“Las muelas de juicio son un problema porque pueden desplazar los dientes cuando intentan erupcionar. Si no caben, empujan al resto y pueden estropear el resultado del tratamiento. Para solucionar o prevenir esta circunstancia muchas veces se extraen, necesitando a veces una intervención quirúrgica.

 

Pero no siempre es necesario hacerlo, ni la culpa de que se estropee lo conseguido con ortodoncia es siempre de las muelas de juicio; el principal factor deformante es la edad, el uso y la gravedad. Con los años los arcos maxilares se van estrechando y retrayendo (por eso los ancianos tienen ese perfil cóncavo y esos labios tan finos) y los dientes se quedan sin espacio y se apiñan. Este apiñamiento se acentúa con la edad, particularmente en los dientes inferiores. Y aquí es donde entra en juego la gravedad, ya que los labios se vuelven más laxos y caen, ocultando los dientes superiores y dando un protagonismo estético principal a los dientes inferiores, sobre todo, al hablar”.

 

En cuanto a los implantes, “pueden ser una ayuda o un incordio al tratamiento porque, una vez colocados, es imposible volverlos a mover por lo que suponen un magnífico punto de anclaje y apoyo para los aparatos. Sin embargo, algunas veces queremos ensanchar la sonrisa y los implantes no lo permiten. En general, los implantes son siempre una ayuda, de hecho, utilizamos pequeños ‘micro implantes’, mini tornillos de quita y pon que colocamos en el hueso de las encías para apoyarnos y conseguir hacer movimientos muy difíciles o cuando faltan las muelas posteriores. Cuando se va a reponer una muela lo normal es hacer primero la ortodoncia y al final, colocar el implante y ajustar la corona a la nueva posición de los dientes”.

 

¿Cómo es el mantenimiento post ortodoncia?

De por vida si queremos detener el deterioro provocado por el uso y el paso del tiempo. Se realiza con aparatos fijos invisibles y/o aparatos removibles que se usan para dormir. Los retenedores fijos van pegados por detrás de los dientes anteriores, de canino a canino, y están confeccionados en acero inoxidable, fibra de vidrio u oro. Ventajas, máxima retención a largo plazo y no hay que ocuparse de nada. En contra, dificulta el uso del hilo dental y la higiene de las encías”.

 

“Los retenedores de quita y pon son de diferentes tipos. Las férulas finas cuando el paciente aprieta o rechina los dientes por la noche. Si hay síntomas más acentuados de bruxismo (dolor de cabeza tensional, dolor articular, etc.) se coloca una férula de relajamiento (más gruesa y más incómoda también). También están las placas de acrílico que no cubren los dientes y los sujetan con un arco de alambre externo (los aparatos removibles). Todos están pensados para usar unas 8 horas/día, mejor por la noche que dormidos es cuando menos controlamos la musculatura y más se aprietan los dientes”.

 

Precios aproximados de cada sistema

“Cuanto más sofisticado, más caro el material del que está confeccionado y más individualizado y “hecho a medida” sea la fabricación del aparato, más costoso será sistema  y el presupuesto. El precio final también depende de la duración del tratamiento determinada a su vez por la complejidad del problema a corregir”.

 

Precios aproximados de cada sistema:

Brackets fijos externos:

– Brackets  Metálicos: entre 2.500 – 3500 €

– Brackets  Estéticos: entre 3.500 – 4.550 €

– Brackets Autoligables: 4.500 – 5.750 € (Damon estéticos 6.000-7.500 €)

Brackets Linguales:

-Sistema ‘Incógnito’: 5.500 – 6.500 €

Alinedores Invisibles:

– ‘Lite’(tratamientos cortos 14-24 alineadores, un refinamiento incluido): 3.700 – 4.200 €

– ‘Full’(tratamientos normales 25-50 alineadores, dos refinamientos incluidos): 4.500 -6.500 €